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Mencionada ya en el siglo X, la iglesia de San Jacques es uno de los edificios religiosos más antiguos de Béziers. Implantada fuera del recinto medieval pero sobre une posición dominante, era una iglesia de una importante abadía de la orden de San Agustín.

A partir de su construcción, esta abadía se beneficiaba de una cierta fama ya que Raymond II, vizconde de Béziers, eligió ser inhumado, aquí, en 969.

El siglo XIImarcó la edad de oro de la abadía. Uno de sus abades fue nombrado obispo de Béziers, luego arzobispo de Narbona. Fue en aquella época cuando el edificio primitivo fue sustituido por la iglesia románica de nave única que se ve hoy, con su magnífica ábside de cinco paneles.

La abadía fue destruida en la Revolución. Se conservó solo la iglesia, pero se transformó en taller de fabricación de bayonetas.

En el siglo XIX, se le añadieron dos filas à la nave, así como el porche de estilo neo románico de la entrada. Los vitrales datan de finales del siglo XX.

Dando la vuelta por el jardín, acondicionado en el lugar del antiguo claustro, se puede admirar la destacada cabecera románica y disfrutar de un magnífico panorama sobre la planicie del Orb y la catedral San Nazario.