Nos alertes SMS

LE DUC DE MONTMORENCY
A lover of freedom and in favour of an autonomous South, Duke Henri II de Montmorency was one of those who realised in the 1620s, that the French monarchy was turning into a tyrannical regime.
The Duke revolted and Languedoc seceded. Unfortunately, however his troops were not supported by a nobility lacking in courage. Seeing his dream crumble, the Duke seeks death with panache on the battlefield, facing the soldiers. But, seriously wounded in a suicidal charge, he was captured.
Duc de Montmorency, heir to one of the most prestigious families, was executed as an example in
Toulouse on 30 October 1632. The story goes he was beheaded with a machine-activated scimitar
activated by a machine, the forerunner of the guillotine... Central government power wanted to make a mark. Any hint of independence would henceforth be punished without mercy.
The consequences were terrible: the King of France, Louis XIII, came here himself with Richelieu and punished the town of Béziers by razing its citadel (then the Place Jean Jaurès). The rights of the city and those of Languedoc were abolished.
The proud Occitanie region was definitively annexed by the Parisian state.
Amante de la libertad y partidario de un Sur autónomo, el duque Enrique II de Montmorency fue uno de los que se dieron cuenta en la década de 1620, de que la monarquía francesa se estaba convirtiendo en un tiránico régimen tiránico. El duque se rebeló y Languedoc se separó. Sin embargo, por desgracia sus tropas no fueron apoyadas por una nobleza carente de coraje.
Al ver que su sueño se desmorona, el duque busca la muerte con garbo en el campo de batalla, enfrentándose a los soldados. Pero, gravemente herido en una carga suicida, fue capturado.
El Duc de Montmorency, heredero de una de las familias más prestigiosas familias, fue ejecutado como ejemplar en Toulouse el 30 de octubre de 1632. Se cuenta que fue decapitado con una cimitarra activada por una máquina, precursora de la guillotina... El poder central quería dejar huella. Cualquier atisbo de independencia sería en adelante castigado sin piedad.
Las consecuencias fueron terribles: el rey de Francia, Luis XIII, vino aquí en persona con Richelieu y castigó a la ciudad de Béziers arrasando su ciudadela (entonces la plaza Jean Jaurès). Los derechos de la ciudad y los de Languedoc fueron abolidos.
La orgullosa región de Occitanie fue definitivamente anexionada por el Estado parisino.
Dernière mise à jour de la page : 12 mai 2025